Gerardo Werthein decidió dar un paso al costado antes de lo previsto, adelantando su salida de la Cancillería y dejando al presidente Javier Milei frente a una agenda inesperada. La partida, que inicialmente estaba programada para después de los comicios, se aceleró por tensiones internas y el protagonismo creciente del asesor Santiago Caputo.
Miembro de una influyente familia empresaria y extitular del Comité Olímpico Internacional, Werthein fue clave en el vínculo de Milei con círculos republicanos en Estados Unidos durante sus visitas al país norteamericano. Sin embargo, su última misión, la reunión con Donald Trump en la Casa Blanca, se vio empañada por un malentendido verbal del mandatario estadounidense, que algunos sectores atribuyeron injustamente al canciller.

La renuncia genera un efecto inmediato en la estrategia del Presidente, no solo deja un puesto vacante, sino que complica la reestructuración planificada del Gabinete, prevista para después de las elecciones. Además, acelera la proyección de Caputo como posible reemplazante y principal interlocutor de Milei con Washington, mientras que otros nombres del PRO y de aliados estratégicos comienzan a disputarse espacios clave dentro del Palacio San Martín.
En términos diplomáticos, la salida de Werthein ocurre en un momento crítico. Estados Unidos intervino recientemente en la economía argentina con medidas inéditas y prepara la segunda fase de su relación con el Gobierno a partir del lunes, tras las elecciones. La renuncia deja en manos de Caputo y sus delegados, como Ursula Basset y el secretario de Culto, Nahuel Sotelo, la gestión de estas relaciones estratégicas, aunque aún sin un dispositivo diplomático consolidado.
Con este escenario, Milei llega al domingo electoral con un Gabinete resquebrajado, internas expuestas y decisiones de peso en agenda, mientras la proyección de Caputo como figura central se fortalece y la capacidad de Werthein de seguir influyendo en la política exterior queda atrás. El portazo anticipado marca un antes y un después en la dinámica interna del Gobierno y en la relación con los aliados internacionales.
Fuente: Medios







