El video se viralizó en pocas horas y desató un fuerte repudio social: un hombre fue filmado mientras vandalizaba con aerosol una formación rocosa del Valle Encantado, un área natural protegida y uno de los paisajes más emblemáticos de la región.
El hecho ocurrió a la vera de la Ruta Nacional 237, en un sector de alto valor ambiental y patrimonial. Las imágenes mostraron con claridad el daño sobre una de las rocas del lugar y encendieron la indignación por la agresión directa a un espacio legalmente protegido.
Tras la difusión masiva del video, el hombre involucrado dio la cara públicamente. Se identificó como Gustavo y reconoció su accionar. “Soy Gustavo, el que hizo la pintada sobre la piedra, y pido disculpas por el error que cometí”, expresó en un mensaje difundido por un noticiero nacional. En su descargo, aseguró además que estaba dispuesto a reparar el daño ocasionado.
En el mismo mensaje, intentó explicar su trayectoria personal y laboral. “Llevo 30 años manejando camiones, con una conducta intachable, soy responsable y trabajador”, afirmó. Sus declaraciones llegaron luego de que el episodio generara un rechazo generalizado por el impacto ambiental de las pintadas en una zona protegida.
El descargo cerró con una frase que volvió a encender el debate público: “Errores cometemos todos y de los errores se aprende”. Para muchos usuarios en redes sociales, la expresión fue interpretada como un intento de minimizar un hecho que afectó directamente al patrimonio natural y que quedó registrado en video.
Tras el episodio, el hombre fue denunciado por el organismo competente por vandalizar un área protegida y recibió una sanción administrativa.
En paralelo, una empresa de camiones —que inicialmente fue vinculada al hecho— aclaró que el chofer involucrado no pertenece a su plantel, sino a otra firma con nombre similar. Aun así, decidió hacerse cargo de la limpieza de las rocas afectadas.
Los trabajos de remoción del aerosol ya fueron realizados y se difundieron imágenes del antes y el después, con el objetivo de subsanar el daño provocado. El vandalismo en el Valle Encantado volvió a poner en el centro del debate el cuidado de las áreas naturales protegidas y la responsabilidad individual frente a espacios que no pueden ser reemplazados.
Aunque el daño fue reparado, el episodio dejó una marca y un mensaje claro: el repudio social frente a cualquier acción que atente contra el patrimonio ambiental es inmediato y contundente.
Fuente: Medios

