Un 53% de los argentinos considera que el país atraviesa una crisis política y de gestión, según los datos de una reciente encuesta nacional de la consultora Analogías. El dato más llamativo, fue que uno de cada cuatro votantes de La Libertad Avanza (LLA) coincide con esa visión crítica del Gobierno, en un contexto de caída sostenida de la imagen presidencial y creciente malestar institucional.

El sondeo, realizado entre el 26 y el 28 de septiembre a casi 3.000 personas en todo el país, indica que la aprobación del Gobierno cayó 5,5 puntos solo en el último mes, mientras que la imagen positiva de Javier Milei retrocedió 3 puntos, alcanzando un diferencial negativo de 12 puntos.
Según el informe, las evaluaciones de la ciudadanía sobre la política económica y otras áreas de gestión también empeoraron 2,5 puntos, lo que refleja un creciente desencanto transversal, incluso entre los votantes propios.
La encuesta también reveló un fuerte rechazo al uso del veto presidencial, que alcanzó al 65% de los consultados, en el marco de la reciente confrontación entre el Presidente y el Congreso por leyes sancionadas con amplio respaldo parlamentario.
“El Gobierno crea escenas para ser derrotado y no cuenta con elementos suficientes para resolver los problemas”, analizó Marina Acosta, directora de Comunicación de Analogías. También advirtió que la estabilidad como narrativa central de la gestión está agotada, especialmente ante un contexto económico incierto.
Otro punto crítico para el Milei es la percepción de corrupción. Un 55% de los encuestados cree que hay corrupción dentro del Gobierno, y un porcentaje igual considera verídicos los audios filtrados en el caso de la ANDIS (Agencia Nacional de Discapacidad).
La consecuencia política más directa fue que el 58% de los consultados cree que Karina Milei debería renunciar a su cargo como secretaria general de la Presidencia.

La caída en la imagen presidencial no solo refleja el desgaste frente a la oposición o a la ciudadanía en general. El dato de que uno de cada cuatro votantes libertarios coincida en que hay una crisis marca un punto de inflexión en el vínculo entre el Gobierno y su propia base electoral.
Las sucesivas derrotas parlamentarias, los cuestionamientos a la gestión institucional y la incertidumbre económica componen un escenario cada vez más complejo para una administración que, según el informe, pierde atributos de fortaleza y liderazgo.
Con un clima social agitado y respuestas cada vez más críticas desde distintos sectores, el Gobierno enfrenta un momento importante, recomponer su imagen o profundizar el desgaste.
Fuente: Medios







