El regreso de Lowrdez Fernández a los escenarios tuvo una carga emocional especial. La ex integrante de Bandana volvió a cantar ante el público, esta vez como artista invitada en el show de A Teens en el Teatro Gran Rex, marcando su reencuentro con la música en medio de un contexto personal difícil.
Acompañada por Germán “Tripa” Tripel, Lowrdez se mostró segura, sonriente y con una actitud desafiante ante las circunstancias. Sin embargo, un pequeño tropezón durante su performance terminó convirtiéndose en el momento más simbólico de la noche: tras reincorporarse, tomó el micrófono y dijo con firmeza: “Un tropezón no es caída”. El público respondió con aplausos y gritos de aliento, entendiendo que sus palabras iban más allá del escenario.
Entre los asistentes se encontraba su padre, quien la acompañó con visible orgullo. La cantante aprovechó el momento para agradecerle su apoyo y también dedicó unas emotivas palabras a su pareja, a quien llamó “mamá”, generando ternura entre los presentes.
Quien no estuvo en la sala fue su madre, Mabel, querellante en la causa judicial contra el ex de Lowrdez, Leandro García Gomez, actualmente detenido. Esa ausencia evidenció las tensiones familiares que atraviesan el proceso judicial.
La artista también reveló que había invitado a Lissa Vera, su ex compañera en Bandana, a compartir el escenario, pero finalmente no asistió. “La invité a Lissa pero no quiso venir”, comentó Lowrdez, recordando indirectamente la denuncia que Vera realizó contra García Gomez por “privación de la libertad”.
Pese a todo, Lowrdez Fernández decidió priorizar su pasión por la música y reencontrarse con el público. Su presentación en el Gran Rex fue más que un show: fue una declaración de fortaleza y un renacer personal bajo las luces del escenario.
Fuente: Medios







