El índice de precios al consumidor habría vuelto a acelerarse en septiembre tras cuatro meses de relativa calma. Las estimaciones privadas anticipan una inflación que podría ubicarse entre 2% y 2,9%, lo que marcaría el registro más alto desde abril, cuando el INDEC había informado un 2,8 por ciento.
Según los analistas, el repunte se explica por la combinación de factores estacionales, el incremento del tipo de cambio y un cambio de expectativas luego de las elecciones bonaerenses. En julio y agosto el índice había mostrado una variación del 1,9 por ciento, pero el aumento del dólar, que avanzó cerca del 3 por ciento, junto con la presión de los precios regulados y los productos de temporada, rompieron esa estabilidad.
De acuerdo con la consultora C&T, la inflación en el área del Gran Buenos Aires fue del 2 por ciento, impulsada principalmente por el rubro indumentaria, que subió 4,7 por ciento por el cambio de temporada. Alimentos y bebidas aumentaron 1,8 por ciento, con fuertes alzas en frutas, que treparon un 10 por ciento, y en aceites y grasas.
El Instituto de Estadística de los Trabajadores de la UMET midió una inflación del 2,2 por ciento y destacó que el transporte lideró las subas con un 3,6 por ciento debido a los aumentos en pasajes, combustibles y vehículos. También crecieron los rubros bienes y servicios varios con 2,8 por ciento y recreación y cultura con 2,4 por ciento. En contraste, los alimentos mostraron una variación moderada del 1,6 por ciento, lo que ayudó a contener el impacto en los hogares de menores ingresos.
La consultora LCG estimó una inflación del 2,3 por ciento, con alimentos y bebidas a la cabeza de los incrementos. Según su relevamiento, las frutas explicaron un cuarto del aumento mensual, mientras que panificados y carnes representaron la mitad del total. Equilibra, en la misma línea, calculó una suba del 2,3 por ciento, con fuerte incidencia de los productos estacionales, que subieron 4,5 por ciento, y una menor variación en precios regulados, del 1,8 por ciento.
EcoGo proyectó un 2,4 por ciento, impulsado por subas en cigarrillos y telefonía, aunque con alimentos casi estables en torno al 0,4 por ciento. Según la consultora, el traslado a precios se mantiene moderado pero comenzó a acelerarse en comparación con agosto.
La estimación más alta provino de PriceStats, el índice elaborado por el economista Alberto Cavallo, que registró una inflación del 2,9 por ciento para septiembre.
Más allá de las diferencias entre mediciones, todas coinciden en que la inflación volvió a ganar velocidad. Con un acumulado anual cercano al 21 por ciento, los economistas prevén que 2025 podría cerrar en torno al 28 por ciento si no se registran nuevos sobresaltos en el frente cambiario o tarifario.







