La sesión prevista para este viernes en el Senado, destinada a tomar juramento a los legisladores electos en octubre, llega atravesada por una tensión inesperada. La Libertad Avanza decidió a último momento retirar del temario la votación del diploma de Lorena Villaverde, la senadora electa por Río Negro que enfrenta una impugnación por presunta inhabilidad moral.
La maniobra, que sorprendió incluso a parte del oficialismo, abre una nueva etapa de discusión y prolonga la incertidumbre sobre su futuro parlamentario.
La decisión se tomó tras una extensa reunión de Labor Parlamentaria encabezada por la vicepresidenta Victoria Villarruel junto a los jefes de bloque. Hasta horas antes, el oficialismo se mostraba confiado en reunir los votos necesarios para sostener a Villaverde, pero la posibilidad de una derrota en el recinto inclinó la balanza hacia la cautela. El caso regresará a la Comisión de Asuntos Constitucionales, ahora con una nueva integración, para un nuevo análisis.
Mientras tanto, La Libertad Avanza deberá afrontar las sesiones extraordinarias con un senador menos de lo previsto. Serán 19 en lugar de 20, hasta que eventualmente se apruebe el diploma en el recinto.
Los pasillos del Congreso se movieron con inusual intensidad en la previa. Patricia Bullrich, futura jefa del bloque libertario, encabezó un encuentro con los senadores electos y luego se reunió con Villarruel en el Palacio Legislativo. Fue la segunda ocasión en una semana en la que ambas dirigentes coincidieron en un clima interno marcado por las negociaciones.
Villaverde, presente en la reunión, llegó al Senado envuelta en cuestionamientos desde que se conocieron sus antecedentes judiciales en Estados Unidos y su cercanía con personajes vinculados al narcotráfico. La rionegrina sostiene que la ofensiva en su contra carece de sustento y que el Congreso no debe transformarse en un filtro moral paralelo al voto popular.
La discusión sobre las fuerzas que acompañarían o rechazarían su diploma estuvo atravesada por ausencias y abstenciones que podían modificar el resultado. La no asistencia de la cordobesa Alejandra Vigo, por motivos personales, y la postura de Carlos “Camau” Espínola de no participar en la votación aparecían como factores que favorecían al oficialismo. A eso se sumaban gestiones con sectores de la UCR, el PRO y legisladores provinciales.
Con el foco puesto en el caso Villaverde, la jura de los senadores electos quedó en un segundo plano. Serán 23 quienes finalmente asumirán este viernes, entre ellos Patricia Bullrich por la Ciudad de Buenos Aires, Martín Soria y Ana Inés Marks por Río Negro, y representantes de Entre Ríos, Neuquén, Salta, Chaco, Santiago del Estero y Tierra del Fuego.
La ceremonia también será antesala de otra definición relevante: la designación del nuevo secretario administrativo del Senado, cargo clave en la estructura interna que continúa vacante desde la renuncia de Emilio Viramonte Olmos. Todo indica que Alejandro Fitzgerald, funcionario técnico de la Cámara, sería el elegido.
Aunque la jura avanzará sin contratiempos, el clima interno deja claro que la verdadera pulseada recién empieza. El futuro de Villaverde vuelve a la mesa de discusión y promete tensar al Senado en pleno inicio del nuevo período legislativo.

