Juan Sebastián Verón volvió al centro de la escena. Tras la sanción de seis meses que recibió por el pasillo de espaldas a Rosario Central, el presidente de Estudiantes rompió el silencio en radio Con Vos y dejó varias frases que hicieron ruido en todo el ambiente.
El conflicto estalló después del campeonato retroactivo que la AFA le otorgó a Rosario Central por ser el equipo que más puntos sumó en la temporada. Estudiantes lo cuestionó mediante un comunicado y, por pedido del presidente, los jugadores hicieron el pasillo de honor dándole la espalda al Canalla. Ese gesto derivó en la sanción inédita al plantel y al propio dirigente.
Verón explicó que, para él, la sanción está directamente ligada al comunicado del club. También negó que la estrella haya sido votada en Comisión Directiva: aseguró que el reconocimiento no figuraba en el orden del día y que la puesta en escena con directivos y jugadores del Canalla “ya estaba armada”.
El exjugador remarcó que sus críticas no son contra el club rosarino sino contra el sistema. Y apuntó al mensaje que el dirigente Pablo Toviggino lanzó en redes sociales, al que calificó como una chicana con elementos graves. “Vamos a estar atentos porque de ahí parte después el accionar. Pueden terminar con un descenso, con malos arbitrajes”, dijo, preocupado por eventuales represalias.
El presidente del Pincha también expuso su inquietud por el arbitraje y el uso del VAR. Contó que la primera pregunta que hacen antes de cada partido es quién dirigirá y quién estará en la cabina, porque “en definitiva ahí se resuelve todo”. Para él, esa atmósfera de sospecha erosiona la competitividad del fútbol local.
En función de los hechos de público conocimiento, la Comisión Directiva del Club Estudiantes de La Plata informa a sus socios, socias, hinchas y comunidad que se encuentra analizando en detalle la sanción recibida, a fin de impulsar las medidas que correspondan en defensa de los… pic.twitter.com/uxqwhkBfdx
— Estudiantes de La Plata (@EdelpOficial) November 28, 2025
En lo personal, Verón negó cualquier aspiración política dentro de la AFA. “Nunca me manifesté ni tengo en mis objetivos ser presidente de AFA”, aclaró. Dijo que su interés pasa por mejorar el fútbol desde lo deportivo y lo social, con campeonatos más claros, recursos mejor distribuidos y la posibilidad de que la gente vuelva a acompañar a sus equipos en todos los estadios.
Sobre el clima interno del fútbol argentino, lanzó otra crítica. Aseguró que dejó de ir a reuniones porque “las discusiones son otras” y porque no ve que haya oposición real dentro de las mesas de decisión. Según su análisis, hay una pasividad general que permite que el fútbol vaya “camino a donde algunos quieren llevarlo”.
Fuente: Medios







