El Gran Premio de Singapur se presenta como una de las pruebas más duras del calendario, tanto en lo físico como en lo técnico. Franco Colapinto lo sabe y no lo esconde: el piloto argentino admitió que el Alpine A525 sigue siendo impredecible y que la confianza en el auto será clave para intentar un buen resultado en Marina Bay.
El argentino recordó su paso con Williams el año pasado, cuando quedó a milésimas de la Q3 y peleó en carrera por el top 10. “Fue un gran fin de semana para mí, porque confiaba en el coche. Este año intentaremos lo mismo: tener un auto competitivo y que me dé confianza para empujar”, señaló.

Un Alpine con más dudas que certezas
La irregularidad de Alpine obliga a un fin de semana con expectativas moderadas. Colapinto reconoció: “Últimamente estamos sufriendo con el paquete. No es lo que esperábamos, pero el equipo sigue empujando. Los mecánicos se quedan hasta tarde buscando soluciones, y eso lo valoro mucho”.

El calor y los trajes especiales
La FIA declaró por primera vez “riesgo de calor” en un GP de Fórmula 1, lo que habilita a los pilotos a usar chalecos refrigerantes. Colapinto analizó esta novedad: “Me parece justo que podamos elegir usarlo o no y que se compense con peso extra. Puede ser una buena prueba en un circuito tan extremo como este”.
El argentino advirtió sobre las dificultades del trazado urbano: baches, muros cercanos y alta exigencia física. Incluso deslizó que la lluvia podría jugar a favor de Alpine: “Se tiene que caer el mundo, pero veremos. Es un finde difícil. El auto está duro y lento, lejos de donde deberíamos estar. Hay que maximizar cada oportunidad”.
Fuente: Medios







