Fuerzas navales de Estados Unidos incautaron en las últimas horas un segundo buque petrolero vinculado a la exportación de crudo venezolano, en el marco de la orden ejecutiva del presidente Donald Trump que dispuso un “bloqueo total y completo” contra embarcaciones sancionadas que operen en la región.
La operación se realizó apenas diez días después de la captura del buque Skipper y representa una nueva escalada en la estrategia de “máxima presión” impulsada por Washington contra los gobiernos de Venezuela e Irán, según medios.
De acuerdo con fuentes oficiales, la interdicción fue liderada por la Guardia Costera de Estados Unidos (USCG) en aguas internacionales. Si bien no se difundieron detalles sobre el nombre ni la bandera de la embarcación, se estima que transportaba una carga significativa de petróleo destinada a la exportación ilegal para evadir sanciones internacionales.
Durante diciembre de 2025, la administración estadounidense intensificó el control naval en el Caribe como parte de una política orientada a cortar los flujos de ingresos que, según Washington, financian organizaciones calificadas como terroristas y sostienen regímenes considerados hostiles. El despliegue se apoya en facultades combinadas de lucha contra el narcotráfico y cumplimiento de sanciones antiterroristas.
La incautación de hoy se inscribe en el mismo marco legal que permitió la captura del buque Skipper, una operación en la que el Departamento de Justicia de Estados Unidos sostuvo que la nave integraba una “flota en la sombra” utilizada para comercializar petróleo venezolano con vínculos con la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y Hezbollah. En ese caso, se confiscaron cerca de 1,85 millones de barriles de crudo.
Desde el gobierno estadounidense señalaron que estas acciones se sustentan en órdenes judiciales federales y en leyes antiterroristas, y remarcaron que el “bloqueo” anunciado por Trump se está ejecutando de manera efectiva a través de una campaña naval activa en la región.
Fuente: Medios
