En un momento clave para Medio Oriente, comenzó el alto al fuego en Gaza y las fuerzas israelíes iniciaron un repliegue progresivo. Paralelamente, un contingente internacional, compuesto por Estados Unidos, Qatar, Egipto y Turquía, se prepara para supervisar la tregua y garantizar la liberación de los rehenes israelíes que llevan más de dos años cautivos.
Un primer grupo de 200 soldados estadounidenses arribó a Israel desde Estados Unidos y otras bases en Medio Oriente, bajo la coordinación del almirante Brad Cooper, jefe del Comando Central estadounidense. Su misión principal es establecer un centro de control conjunto que integre a militares egipcios, cataríes, turcos y, posiblemente, emiratíes, operando desde una base en Egipto. Según fuentes de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), las tropas estadounidenses no ingresarán a la Franja, sino que se encargarán de coordinar la supervisión del alto al fuego junto a la IDF y los demás actores involucrados.

La llegada de estas fuerzas genera alivio entre los familiares de los rehenes. Itzik Horn, padre de uno de los secuestrados argentinos, Eitan, afirmó: “El éxito tiene un solo padre, un solo padre que se llama Donald Trump. Y eso nos da cierta tranquilidad”. Otros familiares comparten la misma percepción, destacando la intervención directa del expresidente estadounidense como clave para destrabar las negociaciones.

Alto al fuego y liberación de rehenes
El repliegue israelí se realiza según lo acordado, manteniendo el control de aproximadamente el 53% del territorio de Gaza, principalmente en zonas no urbanas y cercanas a la frontera con Egipto. Hamas debe liberar a los 48 rehenes en un plazo máximo de 72 horas tras la retirada militar, comenzando por los 20 que se cree siguen con vida. La Cruz Roja se encargará de recibir a los liberados y trasladarlos a la base militar de Re’im para una evaluación inicial antes de reunirse con sus familiares.
Israel ha solicitado que la liberación se realice en una sola fase, aunque podría aceptar entregas escalonadas siempre que se cumpla el plazo, previsto para el mediodía del lunes. En caso de incumplimiento, se considerará violación del acuerdo de alto al fuego.

Mientras tanto, Trump confía en que la tregua se mantendrá, asegurando que “todos están cansados de luchar” y que el acuerdo beneficia tanto a Israel como a la región. El expresidente llegará a Israel el lunes para hablar ante el Parlamento y podría reunirse con familiares de los rehenes antes de viajar a Egipto para encuentros con líderes árabes.
El listado de los terroristas palestinos que podrían ser liberados sigue siendo incierto. Hamas ha solicitado la excarcelación de jerarcas como Marwan Barghouti y Ahmad Saadat, pero Israel lo ha rechazado públicamente. Aunque las negociaciones sobre prisioneros continúan, Hamas, la Yihad Islámica Palestina y el Frente Popular para la Liberación de Palestina han mostrado disposición a cumplir con la tregua.

El futuro político de Gaza y el desarme de Hamas siguen siendo grandes incógnitas. Trump evitó profundizar sobre la creación de un Estado palestino o la entrega de armas, señalando que la prioridad inmediata es la liberación de rehenes y la entrada de ayuda humanitaria. La reconstrucción de Gaza, devastada en un 80% por la ofensiva israelí, y la definición de su futuro político representan el desafío más inmediato tras este acuerdo.

Este proceso podría marcar el inicio de una tregua significativa en un conflicto que se extiende por más de siete décadas, abriendo la puerta a una etapa de relativa estabilidad en la región.
Fuente: Medios







