Argentina tuvo una participación de bajo perfil en la cumbre entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE), realizada en Santa Marta, Colombia. El Gobierno no envió al canciller Pablo Quirno y optó por delegar la representación en Juan Manuel Navarro, subsecretario de Política Exterior.
El encuentro contó con la presencia del presidente colombiano Gustavo Petro, anfitrión del evento, junto a Luiz Inácio “Lula” da Silva por Brasil y Pedro Sánchez por España. Sin embargo, la convocatoria registró numerosas ausencias de jefes de Estado del bloque, en un contexto marcado por diferencias políticas y una posición distante respecto de la figura del estadounidense Donald Trump.
En esa línea, también estuvieron ausentes mandatarios como Gabriel Boric (Chile), Claudia Sheinbaum (México) y Yamandú Orsi (Uruguay).

La representación argentina, además de tener un rango menor, decidió no acompañar algunos de los 52 puntos del documento final consensuado entre las delegaciones.
Entre los puntos no suscriptos se encuentra el número 10, referido al respaldo internacional al proceso de paz en Colombia, la cooperación en seguridad marítima en el Caribe y el compromiso conjunto contra el crimen organizado y el tráfico de drogas.
Tampoco se avaló el punto 15, que expresaba apoyo al acuerdo para la primera fase del Plan Integral destinado a finalizar el conflicto en Gaza y retomaba los resultados de reuniones internacionales previas orientadas a reimpulsar la solución de dos Estados.
Otro de los puntos rechazados fue el 18, que planteaba la necesidad de poner fin al embargo económico, comercial y financiero contra Cuba. También quedaron fuera de la firma los puntos 42 y 44, vinculados respectivamente a la promoción de una inteligencia artificial segura y al abordaje de la desinformación y los discursos de odio, especialmente en entornos digitales.
De este modo, la postura argentina volvió a marcar matices en foros multilaterales, tanto en materia de política exterior como en temas vinculados a derechos humanos, cooperación internacional y gobernanza tecnológica.
Fuente: Medios.







