El gobierno de Rolando Figueroa cerró el tercer trimestre con un superávit financiero de más de 64.000 millones de pesos. Aunque el resultado fue menor al del año pasado, la provincia logró sostener el equilibrio fiscal mientras reactivaba la obra pública con recursos propios.
Neuquén continúa mostrando fortaleza en sus cuentas públicas. Al cierre de septiembre, la administración de Rolando Figueroa registró un resultado financiero positivo de 64.236 millones de pesos, equivalente al 1,5% de los recursos ejecutados en lo que va del año.
El monto, aunque menor al de 2024, refleja que la provincia logró evitar el déficit en un contexto de fuerte expansión del gasto en infraestructura.
De acuerdo con el informe del Ministerio de Economía provincial, los ingresos corrientes alcanzaron los 4,1 billones de pesos, mientras que los gastos corrientes sumaron 3,7 billones, dejando un saldo económico favorable de 443.742 millones.
Las regalías hidrocarburíferas fueron, una vez más, el pilar de las finanzas neuquinas: aportaron cerca de 1,6 billones de pesos, casi la mitad de los recursos totales. En segundo lugar se ubicó la recaudación de impuestos provinciales (1,2 billones), y más atrás, la coparticipación nacional junto con transferencias por leyes especiales, que totalizaron 718.880 millones.
En este sentido, el gobernador Rolando Figueroa remarcó que el futuro del desarrollo neuquino dependerá de una gestión responsable de los recursos y una planificación territorial que priorice la producción.
“Tenemos una ventana de 30 a 50 años para monetizar nuestro subsuelo. Esa oportunidad hay que aprovecharla e invertir bien lo que generamos, porque es lo que vamos a dejar para las próximas generaciones”, afirmó este martes.
El mandatario subrayó que la Provincia atraviesa un momento histórico, en el que los ingresos derivados de Vaca Muerta deben transformarse en motores de diversificación económica. “Si logramos explotar al máximo nuestros recursos energéticos, podremos volcarlos a otros emprendimientos que son igual de importantes para la provincia, como la producción y el turismo”, señaló.
El gobierno informó a la Legislatura que los ingresos corrientes crecieron un 55% interanual, mientras que los gastos corrientes lo hicieron un 78%. La principal partida de gasto sigue siendo la masa salarial, que representa el 68% del total, con más de 2,5 billones de pesos destinados al pago de sueldos.
En materia de inversión, los ingresos de capital fueron modestos, unos 48.536 millones, frente a gastos de capital por 428.042 millones, lo que explica la reducción del superávit financiero. Aun así, la provincia logró mantener el balance positivo gracias al buen desempeño de su resultado económico.
El gobierno provincial destacó que el gasto de capital creció un 209% respecto del año pasado, impulsado por la reactivación de obras que fueron financiadas casi exclusivamente con fondos provinciales, ante la interrupción de las transferencias nacionales.
Para 2026, la gestión de Figueroa proyecta un presupuesto de 7,57 billones de pesos y espera sostener el equilibrio fiscal, con un superávit estimado en 132.327 millones.







