Javier Milei optó por mantener el hermetismo hasta después de las elecciones legislativas antes de confirmar la nueva composición de su Gabinete. En Casa Rosada admiten que el mandatario quiere administrar el “efecto sorpresa” de los anuncios, sin adelantar nombres ni movimientos hasta conocer el escenario político que dejen las urnas.
La reconfiguración del equipo apunta, según adelantó el propio Milei, a “impulsar las reformas de segunda generación”. Sin embargo, aún no está claro cuán profundo será el recambio. En el entorno presidencial reconocen que hay ministerios definidos y otros que todavía dependen de conversaciones que se darán el mismo domingo en el búnker libertario.
Entre los cambios confirmados se cuenta la salida del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, y el reemplazo de Gerardo Werthein en la Cancillería por Pablo Quirno. Aun así, el mayor interrogante gira en torno a la Jefatura de Gabinete, donde Guillermo Francos atraviesa un enfrentamiento abierto con el asesor presidencial Santiago Caputo.

Caputo, una de las figuras de mayor influencia sobre el Presidente, propone rediseñar la estructura política del Gobierno y recortar el margen de acción de Francos, especialmente en lo que respecta al vínculo con los gobernadores. Si bien el asesor no aspira a ocupar el cargo de jefe de Gabinete, su peso dentro de la toma de decisiones se incrementó en los últimos meses, lo que pone en duda la continuidad del actual ministro coordinador.

Francos, según fuentes oficiales, definirá su futuro junto a Milei el mismo domingo en el Hotel Libertador. En su entorno no descartan una renuncia: “Está agotado por la interna y por cómo se transformó la dinámica del Gobierno”, apuntan allegados.
En caso de producirse su salida, el Presidente baraja tres alternativas: designar a un dirigente cercano a Caputo, a un aliado de Karina Milei o a una figura neutral que equilibre ambas fuerzas. Desde el espacio de la secretaria general advierten que deberá haber alguien que funcione como contrapeso del asesor presidencial, lo que incluso reactivó versiones sobre un eventual regreso de Manuel Adorni en un nuevo rol ministerial.

El Presidente, en tanto, prepara su mensaje para la noche electoral. Todavía no está definido el contenido, pero en el entorno libertario aseguran que buscará transmitir una imagen de cohesión y continuidad del rumbo económico, al tiempo que abrirá la puerta a una nueva etapa de gestión marcada por ajustes en el Gabinete y un tono de mayor diálogo político con las provincias.
Fuente: Medios







