El viernes comenzó con bocinazos y caras de sorpresa en pleno centro de Bariloche. Minutos antes de las 8, un camión de YPF quedó atrapado en la empinada calle Ruiz Moreno, justo cuando intentaba cruzar Mitre, una de las arterias más transitadas a esa hora.
El conductor, que no logró maniobrar ni avanzar, tuvo que pedir ayuda mientras los autos se acumulaban detrás, generando un caos momentáneo en el tránsito. Inspectores de tránsito acudieron rápidamente, cortaron la calle y desviaron el flujo vehicular, mientras peatones y vecinos observaban atónitos la escena.
“Creemos que el conductor es nuevo y le pifió el GPS, porque los camiones siempre toman por Diagonal Capraro, que no tiene pendientes tan pronunciadas”, explicó uno de los inspectores, quien destacó la dificultad del lugar, especialmente en días de hielo o nieve, cuando la calle suele cerrarse para prevenir accidentes.
La tensión aumentó al conocerse que el camión transportaba combustible. “Pensó en ir marcha atrás, pero la bajada es muy empinada. Era un riesgo enorme. Si se le iba de control, podía ser un desastre”, detalló el inspector.
Finalmente, una grúa logró asistir al camión y encaminarlo hacia Diagonal Capraro. El operativo duró más de una hora y provocó un importante embotellamiento en el centro de la ciudad, justo cuando muchos vecinos se dirigían al trabajo o a la escuela.
El incidente terminó sin consecuencias mayores, pero dejó una advertencia clara: en Bariloche, un GPS equivocado y una pendiente pronunciada pueden convertirse en una combinación peligrosa.
Fuente: Medios.







